Diseñar un nuevo espacio no es algo que se haga todos los días. Es por eso qué elegir la distribución de habitaciones, sus dimensiones, materiales de construcción debe hacerse con anticipación y con un margen mínimo de errores, en especial, en zonas de la casa en las que hacer cambios de último momento supondrían un costo mucho mayor.
Una de estas zonas sería el baño, ya que debido a los estilos, tamaño y modo de colocación, no admite cambios tan fácilmente. Por ello, toma en cuenta algunas consideraciones:
Su tipo. Existen inodoros de una o dos piezas, sanitarios suspendidos o con sistemas de vacío. Cada uno de ellos requiere de colocación, espacio y mantenimiento característicos. Los inodoros de una o dos piezas son los más fáciles de colocar y de desinstalar en caso de requerir un cambio; simplemente habrá que quitar los tornillos que los mantienen fijos al suelo. Su mantenimiento resulta sencillo al igual que su reparación. Los inodoros suspendidos son un poco más complejos de instalar. Como su nombre lo indica se encuentran fijos a la pared, de modo que no tocan el suelo. La instalación de su caja de descarga se encuentra oculta tras la pared, por lo que lo hace un diseño minimalista y vanguardista. La complejidad radica en la instalación o cambio por otro tipo de inodoro, ya que el cambio implica la abertura de la pared.
Es por eso que hay que contemplar las variables: ¿cuántas personas utilizarán diariamente el sanitario?, ¿el baño tiene posibilidad de reducirse o de ampliarse?, ¿de cuánta agua dispondrá la casa? La resolución de todas estas cuestiones nos ayudará a comprender mejor lo que el espacio necesita y así podremos lograr la combinación ideal entre calidad, precio y durabilidad.
Consulta aquí algunos modelos de sanitarios.
Fuente: https://www.archdaily.mx/