El tiempo y el uso son dos factores importantes en la vida útil de nuestras instalaciones en casa y es algo tan gradual, que realmente no nos damos cuenta que algo está fallando, hasta que ya hay que aplicar reparaciones generales. Uno de estos casos es el de los grifos, por esto te dejamos esta guía donde podrás evaluar si necesitan mantenimiento, reemplazarlos definitivamente o aún funcionan sin problemas.
Hay mucho óxido: Gracias a la combinación de humedad con el acero, se forma óxido y esto genera que el agua saliente esté teñida con un color amarillo, naranja, rojo o café, dependiendo el grado de hierro que haya. Si no se trata a tiempo, puede ocasionar obstrucción de tuberías o sabor extraño en el agua.
Mucha cal en el agua: El agua suministrada en las tuberías tiene cierto porcentaje de cal; sin embargo, en ocasiones ese porcentaje aumenta y resulta muy notorio, tanto para lavar, como para asearse o consumirla, lo cual puede convertirse en un problema, incluso se puede generar tanta que las llaves terminarán con una calcificación visible, y esto posteriormente se convertirá en sarro sedimentado.
Goteo: Es uno de los problemas más comunes y puede deberse a un deterioro de las tuberías, de las juntas o al funcionamiento de las llaves.
Obstrucciones: Puedes notarlas cuando el agua tarda en salir, sale intermitentemente, o sale disparada en diferentes direcciones en lugar de salir como un chorro homogéneo.
Si notas alguna de estas características en tus grifos, no dejes pasar más tiempo y bríndales mantenimiento para seguir teniendo agua de calidad para ti y tu familia.
Fuente: http://llanodelatorre.com.mx/