Son elementos comunes de acabado, los hay de diferentes tamaños, diseños y formas pero ¿conoces su origen?.
La palabra azulejo viene del árabe “al zulaycha” que significa piedra pulida. Y justamente es en la región del Medio Oriente donde surge esta técnica. Ninguna baldosa era igual a otra porque se pintaban las tramas a mano. Las piezas estaban hechas de barro cocido barnizado en color. Estas artesanías aún se pueden ver en países como Marruecos y en la ciudad de Fez.
Aunque de su remoto origen se sabe que en Mesopotamia, algunas cámaras funerarias eran revestidas con azulejos que contenían una capa de barniz vidriado. Los persas desarrollaron un esmalte a base de estaño y finalmente esa técnica se difundió por todo el mundo árabe-musulmán. Los alfareros egipcios estuvieron a cargo de la decoración de varios palacios ubicados en El Cairo. Los mismos árabes introdujeron este arte decorativo a toda Europa, pero fue en España donde se desarrolló la mayor industria de azulejos en el mundo entero. Los primeros eran vidriados a un sólo color y con diseños geométricos; se usaban para adornar suelos, muros y monasterios.
Aunque en un inicio su valor era meramente estético, los azulejos han evolucionado en composición, materiales y funcionalidad. Por ejemplo, los de mayor porosidad, se diseñaron con el fin de que se adhieran mejor a los muros y los utilizados en los suelos, se fabrican con materiales que soporten mucho peso.
Fuente: http://llanodelatorre.com.mx