Uno de los grandes recintos donde se ha estado desarrollando la arquitectura es las escuelas. A lo largo del país encontramos decorosos ejemplos que han sido planeados para que se adapten a las diferentes necesidades de sus alumnos y de su administración.
El Colegio María Montessori ubicado en Mazatlán, donde el clima es muy caluroso y tiende a corroer los materiales. El reto era construir una estructura que permitiera que el aire fluyera, el resultado fueron 19 módulos pentagonales que a su vez permiten una iluminación natural.
Otro de los recintos más importantes es el Centro de Invidentes y Débiles mentales que está ubicado en Iztapalapa, una de las zonas con más alto índice de discapacidad. La construcción se divide en tres áreas que con estructuras cuadradas de diferente tamaños y texturas permiten a los alumnos diferenciarlos fácilmente.
Las escuelas que se vieron fuertemente afectadas por el temblor del 2017, fueron las de las comunidades Santa Isabel Cholula y San Martín Tlamapa, así que dos empresas se encargaron de reconstruirlas con un diseño a base de acero galvanizado muy resistente y adaptado a la zona.
Si hablamos de reutilización y renovación nos encontramos con el Colegio San José, en Sinaloa, que fue colocado sobre dos almacenes de los años cincuenta. Para ello conservó gran parte de sus estructuras, pero sin duda le dieron un nuevo aire con un gran propósito.
Fuente: www.archdaily.mx