Los pisos cerámicos lucen muy bien en la cocina, el baño, salas y habitaciones, pero todos estos lugares de la casa están siempre expuestos a polvo, salpicaduras y derrames de líquidos. ¡No te preocupes! Puedes conservar tu piso de cerámico limpio y reluciente por mucho tiempo. Importante: Antes de aplicar cualquier producto de limpieza sobre toda la superficie, haz una prueba en una pequeña esquina.
Levanta el polvo y la basura de tu piso con una escoba o aspiradora: Este paso es muy importante, ya que evitará rayaduras a la hora de limpiar y secar.
Mezcla en agua tibia un poco de tu limpiador de preferencia para cerámica (lee las instrucciones de tu producto): Humedece un trapo en la solución y limpia delicadamente el piso. Procura utilizar trapos en buen estado, ya que si son muy viejos pueden llegar a rayar. Para espacios pequeños como bordes o esquinas, puedes ayudarte de un cepillo de dientes. Con un trapo diferente y humedecido en agua limpia, recorre toda la superficie. Ahora, con un trapo seco limpia el resto de agua y jabón. Este último paso le dará más brillo a tus pisos cerámicos.
Si no cuentas con un limpiador de cerámica, puedes hacerlo con vinagre y aprovechar para desinfectar tu piso de cualquier bacteria que pudiera contener. Otra opción muy eficaz es mezclando bicarbonato de sodio y agua; si tu piso de la cocina está engrasado, esta mezcla es la mejor solución.
Una de las grandes ventajas de los pisos cerámicos y lo que los hace los más populares en interiores, es su larga duración y fácil mantenimiento.
Estos sencillos pasos te sacarán del apuro y tus pisos lucirán siempre brillantes.
Fuente: http://llanodelatorre.com.mx/