Las reparaciones del hogar no tienen por qué ser complicadas, al contrario, al momento de reparar huecos y grietas bastan solamente un par de minutos para que tus paredes vuelvan a quedar como recién construidas. Si has detectado en tu hogar pequeñas grietas (que no excedan los 3 mm de grosor) o si encuentras agujeros:
1) Para empezar quita todo lo que se encuentre en esa área de la pared (adornos, cuadros, cables) y pasa un trapo limpio y ligeramente húmedo. Espera a que se seque.
2) Para reparar tu pared vas a necesitar: 250-500 g de yeso o cemento blanco (dependiendo del tamaño de las áreas que vayas a resanar), agua en un recipiente de plástico, una espátula u objeto con el que puedas distribuir la mezcla, lija grano 80-120 y para finalizar pintura.
3) Posteriormente haz una mezcla con yeso o cemento blanco y agua: en un recipiente de plástico añade, por cada taza de yeso o cemento, media taza de agua; mezcla perfectamente hasta eliminar los grumos. La mezcla debe ser homogénea sin llegar a ser demasiado líquida ni demasiado espesa.
4) Si no cuentas con una espátula, puedes poner la mezcla con un objeto metálico o de plástico que te permita distribuirla de manera uniforme. Deja secar de 12 a 36 horas.
5) Por último, pasa una lija de grano fino para eliminar asperezas e imperfecciones. Pasa una capa de pintura del mismo color de tu pared. Deja secar y pasa una segunda capa hasta igualar el tono de la pared.
¡Disfruta de tu ambiente impecable!.
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