Sin duda una de las áreas que más se utilizan diariamente es el baño, por lo que suele ensuciarse más, y por lo mismo requiere de mayor limpieza para mantenerla desinfectada y para evitar a toda costa el sarro, pues este carcome las superficies. Así que si queremos tener nuestros accesorios del baño, la grifería, la taza, el lavabo y la regadera en buen estado es necesario tomar medidas para evitar el sarro.
En primera hay que realizar una limpieza periódica para que este no se acumule y oxide la grifería.
Para lavarlo bien podemos ayudarnos de escobillas con cerdas firmes con las que tallaremos de arriba a abajo y de derecha a izquierda. Para asegurarte de que el sarro no termine por dañar las superficies de tu baño utiliza productos especializados para quitarlo.
Por otro lado, también puedes usar remedios caseros como vinagre con limón, bicarbonato de sodio, agua oxigenada, bórax o piedra pómez. Así que tú eliges cuál es el método que más se ajusta a ti, opciones sobran.
Uno de los aspectos principales pero que muchas veces olvidamos es que siempre que usemos el retrete, hay que bajar la palanquilla para que la suciedad no se vaya acumulando con el sarro. Además, no hay que tirar en este ni en el lavabo químicos o comida que pueda dañar el esmaltado.
Si el agua corriente que llega a nuestra casa tiene mucho calcio, que propicia el sarro, podemos optar por un aparato descalcificador para ablandar el agua.
Fuente: Llano de la Torre